domingo, 8 de abril de 2012

DIVISIÓN XXX (Parte VII)


… Aunque por un lado estaba gozando, por el otro estaba pensando en qué estaba haciendo, ¿Cómo había llegado a hacer lo que estaba haciendo? Torturando sexualmente a un vecino, una persona que aunque había tenido roces por razones políticas, no era capaz de hacerlo y desde tres días después del ya famoso alzamiento del 18 de Julio en que comenzó esta absurda guerra en esta ciudad puesto que aunque en el resto del país comenzó el 18 de Julio con el primer levantamiento militar de insurrectos y traidores a la República en Melilla, aquí en mi bendita ciudad entre dime y diretes de estos malditos fascistas, la guerra comenzó tres días después, tres días de alivio de bombardeos y de sufrimiento que nos libramos, que quizás como están ahora las comunicaciones en esta provincia al sur y dejada de la mano de Dios o como dice mucha gente “estamos donde cristo perdió la zapatilla” nos llevamos días, meses y años de guerra extra.

Ensimismado en mis pensamientos empiezo a notar como la sucia arena del suelo donde estoy revolcándome como un animal poseyendo a su presa empieza a temblar, algo sucede mientras me entrego al placer con otro hombre, otro semejante y a la vez enemigo. De repente un silbido y después un estallido a pocos centímetros de donde estoy, una explosión, una bomba, por instinto, mi compañero y yo nos quedamos paralizados, nuestro primer pensamiento y acción es levantarnos y huir y al hacerlo completamente desnudos me doy cuenta que dela punta de mi miembro cuelga restos de una sustancia blanquecina, con el impacto había eyaculado dentro de su precioso y voluptuoso trasero…

-Vámonos o reventaremos en pedazos… - dije resuelto

-¿Qué pasa?

- ¿No lo ves?, es un bombardeo, ¡reacciona!

Al ver que aun estaba ensimismado, tuve que darle un par de bofetadas hasta que reaccionara y así juntos y desnudos porque no había tiempo para coger la ropa y poner pies en polvorosa porque como he dicho antes estábamos a punto de reventar en pedazos y ser pasto de las alimañas, mi cuerpo no se merece ese humillante final…

(continuará)








No hay comentarios:

Publicar un comentario